Resumen
El presente ensayo a manera introductoria, permitirá conocer desde los
pensamientos de Manfred
Max Neef la cooperación vista desde una responsabilidad social sin enmarcarla
en lo corporativo, dándole tintes de alcances trasnacionales como lo describe
en sus obras, entre ellas: Economía Descalza, Señales desde el mundo invisible
y una más de sus repertorio como lo es, Desarrollo a Escala Humana, Conceptos y
aplicaciones y alguna reflexiones. Siendo estas (la primera y la última) sus
dos grandes obras de tinte Económico, generando debates públicos y abiertos a
todas las generaciones que gusten o se inquieten por la macroeconomía vista
desde una ‘filosofía social y humana”
Durante la lectura del presente texto,
hablaremos de las economías globalizadas que pueden ser cruciales para la
transformación política y cultural de una nación; así mismo, se manifiesta el
sentimiento de crisis de Max Neef cuando dice en su libro: LA ECONOMÍA DESCALZA; “…los economistas se estaban convirtiendo en
gente peligrosa”. Esto nos llevará a formularnos algunas preguntas, que
quizás no se resuelvan en su totalidad en este ensayo, pero que serán el punto
de partida para seguir indagando en la situación económica que enmarca
actualmente al mundo. ¿Existirá una disciplina diferente a la económica que
genera nuevos postulados? Tal vez, quizás tome fuerza y se enfoque a partir de las
capacidades humanas.
Finalmente, encontraremos una defensa de los
postulados de Max Neef, donde pronuncia: “el
crecimiento y desarrollo son dos cosas distintas, y el desarrollo no precisa
necesariamente de crecimiento”. Donde decimos a modo de reflexión en los proceso
de desarrollo institucional; la cooperación será el resultado y no el fin
alcanzar.
Terminaremos diciendo, que las instituciones
u organizaciones contienen la responsabilidad de sostener sus compromisos
misionales, y de enfocar su nuevo camino, sea éste de cooperación interna o
externa, acomodándose a las nuevas fronteras que piensa y busca alcanzar desde
un “punto umbral”, como lo describe Manfred Max Neef.
Un Marco Lógico de Responsabilidad Social
“Todos
tenemos la sensación de vivir en un mundo con el cual no nos sentimos realmente
conformes, un mundo donde constatamos crecientes inequidades, desconcierto,
angustias frente al futuro, y con cierta sensación de impotencia muchas veces
respecto de qué podemos hacer, quiénes somos nosotros, qué poder tenemos para
poder cambiar las cosas” (Neef, 2006) .
Manfred Max Neef desarrolla desde su
experiencia de vida y desde su experiencia profesional, el demostrarle al mundo
como una economía globalizada puede ser crucial para las transformaciones
políticas y culturales de una nación, pero a su vez también demuestra desde sus
postulados, como la economía no debe ser para servirle a la misma economía,
esta debe ser para servirle a las personas; y agrega -el desarrollo tiene que ver con personas y no con objetos-.
Es así como desde su teoría basada en el
libro -La Economía Descalza, Señales
desde el mundo invisible- habla sobre un momento de crisis, reflexiona en
relación a su profesión, diciendo que ellos, (los economistas) se estaban convirtiendo
en gente peligrosa: “la economía se
transformó de golpe en la ciencia mágica, en la única capaz de dar respuesta a
los problemas más agudos que aquejan a la sociedad. Sus expertos se vieron
repentinamente investidos del poder de ejercer su influencia sobre empresas,
grupos de interés y gobiernos, papel que se apresuraron a asumir con gran
orgullo, convirtiéndose así en los nuevos hechiceros poderosos e inaccesibles” (MAX-NEEF, 1986) .
Ahora bien, si asumimos la postura en su
momento “trágica” que manifiesta Manfred Max Neef, y la llevamos a otra
“realidad” donde se piensa en la responsabilidad social como una nueva
dirección a tomar en las organizaciones, y además, donde la economía sigue
jugando uno de los papeles fundamentales; podríamos decir entonces que, ¿no
habrá transformaciones? ¿Existirá una disciplina diferente a la económica que
genera nuevos postulados? Pienso que si, y lo sustento a partir de uno de ellos.
La economía es un subsistema de un sistema mayor, finito y cerrado, que es la
biosfera. En consecuencia dice Max Neef “el
crecimiento permanente es una imposibilidad. Y el principio valórico
fundamental, el que sustenta la economía que a mí me gustaría, es que bajo
ninguna circunstancia y bajo ninguna consideración, un interés económico o
proceso económico puede estar por encima de la reverencia por la vida” (Neef, 2006) .
Es así, que toma aún más fuerza y recobra
vida, si se permite decirlo; las capacidades humanas, las potencialidades de
una especie que siglo tras siglo avanza en las adversidades, fortaleciéndose y
generando nuevas estructuras de sobrevivencia. Sin embargo, en todas esas
adversidades, siempre sobreviven los más fuertes, los más fortalecidos y los
que en su momento se supieron acompañar de otros, para darle paso a lo que
posteriormente se llamaría, la cooperación. Ésta entendida un poco desde, las
lecturas y apartes de Max Neef donde lo menciona en su libro DESARROLLO A
ESCALA HUMANA Conceptos, aplicaciones
y algunas reflexiones: el autor, en un tono un poco “reclamativo” lo
describe de esta manera: “En
primer lugar, está el hecho de que el nuevo enfoque no puede reducirse a mero
arreglo cosmético de un paradigma en crisis. Implica desde la partida, la
apertura hacia una nueva manera de contextualizar el desarrollo. Ello significa
modificar sustancialmente las visiones dominantes sobre estrategias de desarrollo,
en el sentido de entender, por ejemplo, que ningún Nuevo Orden Económico podrá
ser significativo sino está sustentado en la reformulación estructural de una
densa red de Nuevos Ordenes Económicos Locales” (Max-Neef,
1994) .
Es posible entender, que las nuevas economías
o economías actuales, se basan y se fortalecen en la unión y acompañamiento de
otras, sin importar si estas son locales o trasnacionales, el rumbo que se
entiende hoy como el desarrollo económico, se puede reflejar en las nuevas y
grandes variaciones que se muestran a diario, cuando la economía de un país “resiente”
la economía de otro, o en caso contrario la fortalece; desde allí, ya se
entiende como una cooperación que transforma y/o acompaña.
Y si se habla de manera general sobre la Responsabilidad Social Corporativa y cooperación internacional, quizás
esto se puede entender como: la actividad de una institución u organización, y
el desarrollo de ésta en otros escenarios; que le permita generar nuevas o
mejores trasformaciones para el beneficio de su capital humano, capital
social y capital económico, no olvidando su cultura organizacional -conjunto de experiencias, hábitos, costumbres, creencias y valores que caracteriza a un grupo humano-
Es así como la cooperación internacional, hace que las organizaciones se
transformen desde su interior, para generar cambios que avancen en dirección de
la “globalización”. La apertura que se da en este tipo de cooperaciones, genera
transformaciones profundas en las organizaciones pero a la vez, genera
reflexiones que deben ser contextualizadas y moderadas por sus propios líderes,
conocedores de las problemáticas y necesidades que se tienen en el momento de
esta apertura. No olvidemos que Max Neef en sus postulados dice: “el crecimiento y desarrollo son dos cosas
distintas, y el desarrollo no precisa necesariamente de crecimiento”.
Quizás las empresas al conocer la posibilidad de crecimiento en la cooperación
internacional, dan por sentado que esto los lleva al desarrollo en si mismo,
siendo esto, quizás, uno de los errores no manifiestos durante dicha apertura.
Los grandes visionarios dirán en su momento, que antes que nada, se debe
reflexionar en el proceso de desarrollo institucional, fortalecerlo a tal punto
que desde el momento que esto suceda, la cooperación será el resultado y no el
fin alcanzar.
Es probable y se notará cada día más, que las
instituciones, organizaciones, empresas, etc. Le apuntan con más apertura y
visión, al objetivo de la cooperación. Y a la vez, se estructurarán desde un
marco lógico de Responsabilidad Social como la línea de acción o la ruta de
cooperación; no olvidando por supuesto sus principios misionales.
Cada institución u organización contiene la
responsabilidad de sostener sus compromisos misionales, y de enfocar su nuevo
camino, sea de cooperación interna o externa. Y aquellos, que no haciendo parte
de su “nómina”, somos veedores de los resultados y de los logros obtenidos; ya
que cuando se habla de cooperación internacional, se habla en representación de
una región, de un país donde cabemos todos como auditores de su responsabilidad
social.
Finalmente, la economía siendo vista a escala
humana y esto a su vez en escala global, permite generar diferencias en los
encuentros con otros o con otras (instituciones), haciendo de esto que cada
estructura, cada organigrama, cada organización se revalúe, acomodándose a las
nuevas fronteras que piensa y busca alcanzar. Max Neef define lo anterior desde
su texto, El Poder en la Globalización, diciendo: “¿Qué significa que exista un punto umbral? Significa que si yo cruzo
ese punto, lo que tradicionalmente me ha funcionado como medidas económicas,
después de cruzarlo ya no me funcionan, tengo que diseñar otras”. Tal vez acomodando esta nueva apertura a la
nueva cooperación.
J.
Henry Castaño Valencia